sábado, 6 de febrero de 2010

teoría impotente

"Estado-empresarios-trabajadores"

La secuencia reaccionaria en la cual se desliza la conexión subordinada "estado-empresarios-trabajadores" no es más que el encubrimiento de la real permanencia económica social imperante ante una alocución espectaculizada de progresismo. En la misma esencia de su teoría, la limitación de su expansión trascendente hacia lo real-factico declara la fragilidad de los principios reguladores que sostienen la especulación. Esta soflama para las bases sociales expresa, en la ruptura entre su teoría y practica, la inviabilidad de su finalidad a partir de los hechos materiales que soportan su movimiento contrariando la verdadera contingencia emergida luego de un análisis preciso. Es decir, en su teorizacion ya encontramos la imposibilidad de sus propósitos. Cuando el método que tiende a procurarnos los datos, que darán cimiento a una creencia en forma de fundamentos, es inadecuado y/o incompleto para el área de análisis en el cual deseamos implementarlo, las conclusiones que podamos extraer de él serán tan inadecuadas como incompletas, según el caso. Aquí también se exhibe el carácter impropiamente científico de teorías de este tipo, en donde el conocimiento real de las cosas pierde volumen, de la misma manera que el grado de previsión que pueda llegar a emanar desde sus corolarios.
Una lógica conjuntiva de este tipo, presupone componentes que se interrelacionan y entremezclan en perfección del todo. La serie "estado-empresarios-trabajadores" no cumple mas que la función de cauterizar la crisis económico-social que el capitalismo produce en su ciclo parasitario. Es una clara salida de sus representantes sociales ante el calamitoso clima colectivo. Por un lado el Estado, burgués, quien opera en el sostenimiento del status quo mediante el aparato jurídico y las fuerzas represivas. Ejerce el poder que permita el tradicionalismo. Por otro lado, el empresariado, el cual ofrece las condiciones de explotación a través de los medios de producción en su mando. Por ultimo, los trabajadores, que según la intencionalidad de esta cadena seria la "aristocracia obrera", es decir, la burocracia sindical, la cual ofrece la fuerza de trabajo a ser explotada garantizando un plusvalor constante a gusto y placer del explotador. Hipótesis de este tipo, embadurnadas bajo consignas de "consenso del crecimiento económico nacional", "pacto social" o "unión para el fortalecimiento de la producción nacional", incluyen, de forma encubridora, el usufructo montado sobre los hombros resquebrajados de los trabajadores. La continua pauperización de la condición de vida de la clase laboriosa es la única secuencia que subyace en teorías de este arquetipo. Su intención es mantener el curso del capital y ofrecer una solución ante la crisis que este mismo circuito genera, y es por eso mismo que la contradicción entre su conceptual postulado "inclusivo" y la real consecuencia practica no espera provecho alguno para el todo. Salvo que el todo, para ellos, signifique sus faltriqueras desbordadas de dividendos macabros. Posiblemente será de esta manera, como se pensó el programa de acción encabezado por los presidentes de
la CEEN (Central de Entidades Empresarias Nacionales), Francisco dos Reis, y de la CGE (Confederación General económica), Daniel Millaci, junto a representantes de la CTA y la CGT, los cuales se caracterizaron en este ultimo año, los secretarios generales de estas dos centrales de trabajadores, a firmar la paz social y a mantener salarios devaluados con paritarias postergadas a tiempo lejano. Esto demuestra la desvinculación y el impedimento desarrollista existente entre el pensamiento pensado, enseñado en la teoría, y el pensamiento practico, descubierto en la prolongación de la teoría dentro del campo empírico factum. El muro entre ambas fases en claro. Y sino, basta ver los datos de desocupados y subdesocupados, como también los índices de pobreza e indigencia, junto a las probabilidades de crecimiento económico que auguran los economistas del sistema, para saber si los presagios reformistas sobre los exitosos desenlaces que traerían para el conjunto de la sociedad el Consejo económico y Social, como así también los acuerdos de pactos sociales en las distintas luchas de los trabajadores en estos últimos tiempos, confirman el cambio progresivo en la realidad social de hoy en día.
En tanto y cuanto no se profesen ideas que se encuentren enlazadas con la problemática autentica, ninguna implementación superadora podrá esperarse de ellas. La explotación y marginación producida por el capital y sus actores defensores, agudizada en esta época de crisis, debe ser base de datos eficiente para cualquier postulado teórico que intente socavar, en su alteración humanizante, la objetividad social. El sujeto consciente de esta condición objetiva, en su actividad subjetiva, iniciara el camino de transformación.

"Ejemplo comunal"

La consigna del Secretario general del FMI, en los últimos dos meses, de evitar los despidos para mantener una economía fluida, ya que el crecimiento económico para este año no tiene esperanzas de evolución alguna, debido a la forma "L" de su movimiento y no de "U" como algunos optimistas prometían, no es escuchada ni en los lugares mas recónditos del planeta. Así parece que en Lanús, Darío Díaz Pérez, permite que en Tenaris Siat los despidos se precipiten de la misma manera que el año pasado. ¿No cuidaran la fuente de ingreso del pueblo los políticos "nacionales y populares"? ¿Y los propulsores del "nuevo cambio" del HCDL, no omiten opinión alguna al respecto, o es que en esta problemática todos defienden lo mismo? Pues aquí vemos nuevamente la complicidad antes descrita entre "estado-empresarios-(burocracia sindical)". Cristalino es el prisma por el cual podemos ver como los discursos progresistas de estos políticos se ahogan premeditadamente en el beneficio del especulador ante la cruda realidad de la desocupación y miseria.

Silvano


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