martes, 17 de agosto de 2010

el trepidar de la anfetamina capitalista

El caso irlandés es bien conocido. El estallido de la burbuja inmobiliaria iniciada en el 2007 ha sumido a Irlanda en la mayor crisis económica que ha conocido en más de 50 años. A finales del 2009 el paro había superado el 13% y el PBI había retrocedido un 7,1% en un solo año, la caída anual más importante desde 1950. Irlanda se encontraba como uno de los países más afectados por la crisis. Como consecuencia de la crisis y de las medidas de estímulo fiscal que se habían adoptado hasta la fecha, en 2008 Irlanda había acumulado un abultado déficit público del 7,3%, el más elevado de la zona euro tras Grecia. Ante esto, las autoridades irlandesas decidieron llevar adelante un paquete de medidas para sesgar el quebranto, entre las cuales figuraban: reducción del sueldo de funcionarios hasta un 15%; aumento del Impuesto sobre el Valor Añadido, el impuesto sobre la renta y las cotizaciones a la seguridad social. Además, se han reducido considerablemente algunas prestaciones sociales. Sin embargo, estas medidas sólo atajan parte del problema. El siguiente paso fue llevar a cabo una reestructuración en el sector financiero, la cual conlleve a reactivar la actividad del mismo. El eje central de semejante acción es la creación de la National Asset Management Agency (NAMA). Es una agencia nacional de gestión de activos tóxicos que se crea con el objeto de sacar del balance de los bancos irlandeses afectados por la crisis, todos los préstamos que son susceptibles de seguir generando pérdidas y por tanto, de lastrar la actividad prestamista normal de los bancos. El mecanismo mediante el que opera NAMA es el siguiente: los bancos transfieren a NAMA todos y cada uno de los activos considerados tóxicos, deshaciéndose definitivamente de ellos y saneando por completo sus balances. A cambio de dichos préstamos reciben deuda pública avalada por el Estado que pueden canjear por dinero. Cabe destacar, que el NAMA compra esos activos tóxicos a valores no reales sino a precios sobrevaluados en acuerdo con el banco.
 
Esta vinculación, revestidora de una triangulación, implica la relación de un elemento más, no incorporado (aunque tácitamente mencionado): la clase trabajadora, la cual soportará este rescate al capital financiero a costa de sufrir la extirpación de sus condiciones de subsistencia. Las medidas anti-sociales tomadas en España, Francia e Italia (sin referirnos al caso griego), son clara muestra de que para los representantes políticos gobernantes, quienes deben pagar la crisis capitalista son los trabajadores.
 
En la Argentina, los agentes anti-populares también tienen sus paquetes de medidas. Desde el mantenimiento de un salario devaluado a los trabajadores ocupados y desocupados, como así también el de conservar en la miseria al sector pasivo de la sociedad a partir del no reconocimiento de la movilidad jubilatoria correspondiente. Asimismo, las medidas de rescate para el capital, propiciadas por aquella situación deplorable en la cual subsume al asalariado, se conforman desde la liberación de precios en las tarifas de los servicios públicos (privatizados) y mercancías de consumo primario, como en el financiamiento fiscal retratado en créditos a tasas cero a grandes grupos económicos. Por otro lado, también se procura colaborar con estos desde las bajas en las retenciones a las exportaciones, desde las insignificantes regalías que los pulpos mineros dejan del aniquilamiento y contaminación del medio ambiente, hasta de la quita de varios puntos de las retenciones al agro, conllevando esto al trote en un camino que nos conduce a la dolarización del mercado interno. El ajuste en Argentina hace tiempo que se ha puesto en marcha. La evidencia se hace cada día más ostensible.
 

Andrófilo proseguir

Como una cascada de lava, la misma secuencia desgarradora se desarrolla en los distritos comunales de la provincia.
En todos los municipios del conurbano el impuesto del ex-ABL, desde el año 2008 hasta la fecha, sufrió más de un 150% de aumento. Pregúntese usted si sus ingresos salariales aumentaron en este año y medio un 150%.

El intendente de Lanús, Darío Díaz Pérez, el cual en su campaña electoral del 2007, aseguraba que no iba a aumentar los impuestos municipales, ha demostrado en estos días, la confirmación del continuismo 
absurdo del discurso nacional y popular (nac & pop). Es que durante estas últimas semanas, las boletas del ex-ABL, fueron recibidas por los vecinos con el aumento desatinado que el mismo ejecutivo municipal supo programar junto al Honorable Concejo Deliberante de Lanús (HCDL), el cual, contabilizando todos los bloques de la cámara, no emitió duda alguna sobre la necesidad de la inminencia del Impuestazo: desde los kirchneristas del FPV; los duhaldistas, tanto del PJ Federal como de los del, también denarvaístas, Unión Celeste y Blanca; los macristas del PRO; los radicales, el ARI de Carrió, y el GEN de Stolbizer, juntos en su bloque del ACyS, también dieron por el sí; de igual manera actuaron los concejales representantes de Libres del Sur y de Solidaridad e Igualdad.

Ante la necesidad de medidas anti-obreras frente a la crisis económica y política del Gobierno,
el HCDL ha adquirido en su apuro de salir de la catástrofe, semejante a la de su poder ejecutivo, el espíritu nac & pop. Este espíritu se despliega hacia el propósito de afianzarse en un desenvolvimiento político que permanezca solvente para el sostenimiento de una aristocracia comercial gobernante. El mismo ideario político que Pitágoras materializó en Crotona (Italia) cerca del siglo VI a.c. Sin embargo, su credo no pudo alimentar por demasiado tiempo la alienación de los habitantes de aquella región, debido a que en determinado momento aquellos ciudadanos, insoportables de la situación social en la cual se encontraban, incendiaron el palacio en el cual Pitágoras y sus discípulos se encontraban.
 
El anexionismo que se pueda efectuar entre ambas imágenes sólo podrá ser rectificado por la dialéctica del materialismo histórico.

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